Netoyer es especialista en el tratamiento de todo tipo de superficies duras.
Los procesos de cristalizados y abrillantados van dirigidos a todos los suelos que tengan un tipo de superficie dura, no porosa, ya se mármol o terrazo y que deseen un acabado excepcional o deseen disminuir los costes de mantenimiento de fregado en mojado.
En el segmento de los suelos de tipo mineral, su baja resistencia química, especialmente frente a ataques de carácter ácido, hace que pierdan con relativa celeridad su original prestancia, cuando, para su mantenimiento se recurre únicamente a procedimientos de limpieza convencionales con productos detergentes. Por ello, para mantener las sobresalientes propiedades iniciales de brillo de los mismos, debe recurrirse a periódicas operaciones de abrillantado.
Para conseguir unos resultados de protección y brillo óptimos, Netoyer utiliza sistemas de cristalización, que es, ante todo, son procedimientos de aplicación profesional, ya que, tanto desde el punto de vista de los útiles implicados, como de la especialización necesaria del personal aplicador, escapa normalmente de las posibilidades de los usuarios particulares.
Los procesos de cristalizados y abrillantados van dirigidos a todos los suelos que tengan un tipo de superficie dura, no porosa, ya se mármol o terrazo y que deseen un acabado excepcional o deseen disminuir los costes de mantenimiento de fregado en mojado.
En el segmento de los suelos de tipo mineral, su baja resistencia química, especialmente frente a ataques de carácter ácido, hace que pierdan con relativa celeridad su original prestancia, cuando, para su mantenimiento se recurre únicamente a procedimientos de limpieza convencionales con productos detergentes. Por ello, para mantener las sobresalientes propiedades iniciales de brillo de los mismos, debe recurrirse a periódicas operaciones de abrillantado.
Para conseguir unos resultados de protección y brillo óptimos, Netoyer utiliza sistemas de cristalización, que es, ante todo, son procedimientos de aplicación profesional, ya que, tanto desde el punto de vista de los útiles implicados, como de la especialización necesaria del personal aplicador, escapa normalmente de las posibilidades de los usuarios particulares.